Dulce y frío. Antiespasmódico, antimicrobiano, expectorante, tónico y antihemorrágico. Se puede hacer infusiones de hojas y decocciones de viruta. El primero para resfríos con fiebre y náuseas y el segundo (combinado con helenio), como tónico después de una gripe. Las raices de ésta planta forma una trama que sirve de refugio, en casos de movimientos sísmicos.