Todas las lavandas calman los agotamientos nerviosos, disfunciones de estómago e intestino, de tipo nervioso. Anticatarrales, antiflatulentas. Activan la circulación sanguínea. Hidratantes de la piel. Calman los mareos, migrañas y náuseas. Sus flores secas evitan las polillas en los armarios. Sus utilidades son múltiples: Perfumería, ambientadores, manualidades… . El lavandín es el que tiene más escencia. Por regla general a las lavandas, les agradan los suelos calcáreos, pedregosos y con poca agua. El cantueso, sin embargo, prefiere los suelos más ácidos.  Son melíferas y atraen insectos veneficiosos para el huerto. También son utilizadas para realizar distintos tratamientos (pulgones, hormigas, etc.).

 Lavanda dentata (lavandula dentata)

 Espliego (lavandula officinalis)

 Lavanda d’ Vanville

  Cantueso (lavanda stoechas)

  Lavandin